Oh tú diosa de mis recuerdos de alguna vida pasada.

Granada, tierra santa que haces que mi alma se enamore de tus arboles sin soles, a cada paso se asemeja la realidad de tu belleza oculta tal vez castigada por los tiempos que corren, tú que llena de individuos andas rodeada y tu grandeza para el que te conoce siempre será recordada no solo por tu asombrosa alambra, arboles sin hojas y paseos tristes sin sombras, si no también esa belleza oculta que no se ve y tampoco se nombra, haces que mi espiritu que tiene que dejarte no quiera de tu vera nunca arrancarse, no solo por lo que eres sino por lo que haces sentir a las personas que están en ti, eres lo más parecido a mi ficticio mundo de cuento llena de Arte, Amor y Talento, me haces sacar lo que llevo dentro aunque con la desdicha de un amor no correspondido, cual viaje y compañía con pena, siento que en su vida sobro, pero mi alma de Granada anda llena, mis ojos han sido testigos de cuanta felicidad me hace sentir tu frío o el suyo, pero volveré, algún día, pero me tocará irme, con las manos vacías, pero con el alma llena, llena de tu alegría...