Soñando un día desperté y era cierto, las nubes se despejaban, el dolor se había muerto. El sol deslumbraba mi cara y al brillo de un pelo castaño descubrí que era cierto...No tenías rostro, no tenías cuerpo, eras sólo palabras que prometían un gran encuentro, eran sólo letras que agrandaban mis pensamientos, tú, ángel que custodia mi sueño y mis sentimientos, espero tenerte pronto, prometer promesas, y ganar mis retos, lo eres todo y ahora mismo nada en concreto, solo he vagado por está vida callada llena de secretos, entonces apareciste tú, y ya no sé lo que seré, ya no sé lo que pienso, ni lo que pensé, me has vuelto loca de pensarte una y otra vez, ¡Eras tú! ¡Y por fin te encontré!...
miércoles, 25 de septiembre de 2013
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